Voy a extrañarla.
Jan. 3rd, 2010 03:48 pmBell ha sido dulce y caprichosa con Lena. Una vez le dijo que llevaba sin comer más que chatarra desde hacía un par de días, pero que aceptaría almorzar algo si Lena lo preparaba. Entró en mi cuarto de mañana, porque los sábados tenía clase y su Facultad queda cerca de la pensión. Sabe que tengo la puerta abierta si estoy durmiendo o simplemente en el cuarto y yo estuve hasta tarde estudiando y plus, ojeando los últimos tomos de D-gray man (cuando le narré por encima el argumento haciendo hincapié sobre el Departamento de Ciencia y lo que los enviados del Conde hicieron con los cerebros buenos y malos, le interesó, así que bajé los primeros capítulos para facilitárselo, como hice con Harley Quinn y Sandman...y de qué me sirve, ya pensaré en eso luego. Además, Bell odia el inglés, si lo ha aprendido es para su carrera, puesto que la mayoría del material disponible al respecto viene en ese idioma maligno). Saltó sobre mi cama y me hizo reír, aunque se enfadó un poco cuando le clavé las uñas. Más tarde me enseñó a colocar/me un preservativo de hombre, cortado para la ocasión. Dijo que sabiendo que soy tímida, es una opción menos bochornosa, además de barata si pienso ir de putas o meterme con alguna chica que recién conozco. Le dije que me parecía tonto, teniendo en cuenta que no tenía planes de usarlo fuera de la didáctica con ella, por ejemplo. Su réplica incluyó una confesión que ya me imaginaba: Bell pasó dos años sin tener nada con nadie y antes de cruzar camino conmigo, su última propuesta fue por parte de uno de sus compañeros de Universidad, la cual consistía en permitir que él le hiciera sexo oral. El chico juraba que pensaría en una chica más femenina y que ella tenía permiso de fantasear también con que estaba con una mujer, así que no sería en verdad un encuentro heterosexual y no se atrevería a penetrarla si no le apetecía, aunque estaría satisfecho de frotarse contra su vientre, por ejemplo, hasta obtener el orgasmo. ¿Debo decir que fue despachado sin mucha meditación al respecto, o que al menos eso me dijeron?
Bell era muy recelosa con respecto a los hombres. Su mayor miedo ha sido que un día yo me despertara heterosexual y la dejara por un chico. O más bien que mi vientre empezara a crecer maternalmente y luego fuera ella presentada como una simple amiga cercana, antes de verme partir con el que sería mi ignorante marido, salido de la Villa miseria y puro músculo. Le ha pasado un par de veces. Sé que le hubiera dolido mucho más que yo tuviera sexo con un muchacho a que me consiguiera una gilly. Es algo físico: creía que entonces, cada vez que me tocara, indirectamente ella también estaría haciéndolo con ese amante en cuestión y la posibilidad le retorcía los intestinos.