Estoy enfadada con Sophia y no le hablo.

Tampoco pretendo hacerlo en largo tiempo. Se ve a gusto con sus amigos de la agrupación política a la que pertenece y yo no tengo buena opinión de su oficialismo. Además de que no se asume (salvo que folle con sus amiguis del alma, en privado) y la mayoría de la gente cree que es heterosexual y yo la acoso, así que se ha corrido el rumor y buena parte de las chicas con las que hablaba antes, me evitan. *sigh* Si solo quería un polvo, pudo decírmelo. Pero no, tenía que dejar que me enamorara. Me mudé aquí por ella. Hablábamos hasta la madrugada a veces y teníamos el mismo grupo de amigos de internet. Pero  lo ha olvidado. Y bien, si no es importante, haré lo mismo. Bell cree que ella es inmadura y que me preocupo demasiado. Teme que me lastime. Siempre he sido impopular de todos modos, más que nada por falta de interés en sociabilizar. Esto no me afectará más de lo necesario, pero desde luego,  tengo razón al guardarle recelo. Y basta. También hay gente que dice que ella no vuelve al fandom porque yo la molesto. Ya no le firmo los blogs y ni sé si sigue escribiendo. Según ella, este mundo ya no es tan interesante. *se encoge de hombros* Yo lo encuentro como un retiro. Y sin embargo, si es indispensable, opino sobre aquello que no apruebo. Qué más da.

Ya viene siendo época de que me decida por un nuevo main fandom. Presumiblemente Clamp. También de mudar de Inksome y decidirme por otra saga de pdf (leo muy lento en el ordenador, aunque el Loquendo ayuda). En noviembre quiero hacer la Nano. Aunque la escritura intensiva me es pesada.