La guerra con el papel.
Dec. 17th, 2009 01:19 amLo perseguiste por toda tu minúscula habitación, que hacía de estudio cuando era NECESARIO escribir. Tenías la pluma levantada, amenazante con su diente de cobre y tu propia mueca hablaba por sí misma de lo que le harías si lo alcanzabas. Se escondió debajo de la cama, pero la tumbaste y también intentó disimularse entre escritos que ya tenías terminados. No sirvió. Lo acorralaste entre las ollas oxidadas de la cena y le clavaste tus ideas hasta que cayó al suelo, derramando tinta y suspirando por última vez, harto de pedir piedad, sabiendo que era inútil contigo. Besaste su cuerpo aún tibio y lo metiste en una carpeta, encantado de poder ofrecerle algo a tu editor la mañana siguiente.